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«Totem Cams me salvó la vida» la historia de Gregor Staggl

«Totem Cams me salvó la vida» la historia de Gregor Staggl :

Jef Verstraeten, Wolfi Reidlinger, Phillip Pichlbauer, Gregor Staggl.

Después de 10 días escalando y acostumbrándonos a la increíble roca de Omán, Jef, Wolfi, Phillip y yo, decidimos que era hora de ir a la pared de 1000 metros de Jebel Misht. Esta roca era la principal razón del viaje, después de ver el vídeo de Hansjörg Auer y Much Mayr escalando «Fata Morgana» un 7c por su cara sur, con apenas unos bolts.

Por la tarde, llegamos a nuestro campamento, y por fin pudimos contemplar la impresionante pared de la montaña. Ansiosamente, sacamos la guía para estudiar las diferentes vías que había en la pared, y allí estaba «Fata Morgana». El nombre en si, tenía una misteriosa atracción y Jef y yo, estábamos dispuestos a probarlo. Sin embargo de entrada, fue bastante intimidante, y decidimos empezar con otra ruta de prueba

 

JebelMisht, Make love not war
JebelMisht, Make love not war

‘Make love not war’, 7b, 25 largos por la pared sureste, con sus muchos largos de gran dureza (un 7b, tres 7a y varios 6b+ a 6c), pensamos que era comparable en términos de dificultad, a «Fata Morgana», pero menos expuesta. Nuestro objetivo era poner el punto rojo de ascenso, y prepararnos para un vivac en una repisa después del largo 15. Así que empaquetamos dos litros de agua por persona, algunos Oatkings y unos Snickers para la cima. En cuanto a material, pensamos que con un juego de Totem Cams complementados con algunas tallas mayores y menores y algunos fisureros, sería suficiente.

En las primeras horas, nos dirigimos a las faldas de Jebel Misht y llegamos a la pared de la montaña antes de amanecer. Allí, nuestros caminos se separaron. Wolfi y Phillip buscaron la entrada de «Shukran» y Jef y yo nos dirigimos a nuestra vía.

Comienza la ascensión. Avanzamos rápidamente, Jef se encarga de los dos 7a, y yo del 7b. A las 2pm llegamos a la cornisa del vivac. Escalar al sol y con poca agua era agotador, pero con el buen ritmo que llevábamos, comenzamos a pensar que el ascenso en un día era posible así que continuamos. Finalmente, alcanzamos el último tramo duro, una grieta 7a de 50 m. Cansado y sediento, me alegré mucho de que fuese el turno de Jef de dirigir el largo. Lo encadenamos sin problema, desde allí, solo quedaban ocho largos, muchos 5 y un 6a+, en nuestra cabeza, ya estábamos en el pico, y podíamos empezar a planear la ascensión a «Fata Morgana»

 

Jef y Gregor
Jef y Gregor

Quedaban 2 horas para el atardecer. Para aprovechar al máximo la luz del día, propusimos la siguiente pausa para beber agua en la siguiente reunión, así que me apresuré para el siguiente largo, un 5+ bastante corto. Subí por la chimenea, coloqué un Totem Cam Rojo a 5 metros, y uno Verde 10 metros después. Sediento y cansado, me agarré a una roca saliente con mi mano derecha, tomé impulso…y la roca cedió.

De repente estaba en el aire cayendo y gritando. Me preparé para el impacto. La caída debería haber terminado, pero no fue así. Respiré hondo y volví a gritar. En un instante, me detuve abruptamente golpeándome contra la pared. Después de caer 25 metros, me encontré colgado debajo de la reunión. El Totem Cam Verde se coloco mal, y con el impacto cedió la roca, con lo que me quedé colgando del Totem Cam Rojo. Podría deciros, que en ese momento vi toda mi vida pasar ante mis ojos, o que mis pensamientos estaban con mi único amor verdadero, pero para ser honesto, mi primer pensamiento fue el volver a realizar ese estúpido paso. Luego, eché un vistazo a mi mano izquierda que estaba sangrando fuertemente. Había un corte muy profundo en mi palma. Muy ansioso, traté de mover todos los dedos, y me relajé, cuando vi que todos se movían sin problemas.

Llegar a la cima ya no era posible. Jef tuvo que bajarme a la reunión anterior, donde pude anclarme. Después de recuperar el Totem Cam Rojo que sostuvo mi caída, Jef, bajo a mi posición y me ayudó a tratar la herida. Inmovilizamos el pulgar izquierdo, y por suerte, todavía podía usar el resto de dedos así como mi mano derecha. Tras calmarme un poco, comenzamos a bajar. Jef fue todo el rato primero, y preparando todo para mi, yo intenté ayudar en lo que pude. En menos de 2 horas llegamos al pie de vía. El sol se había puesto media hora antes, así que nos sentamos en la oscuridad a recuperar algo de fuerza, y comer los Snickers que habíamos guardado para la cima.

Todavía nos tomó 2 horas llegar al campamento y a nuestro coche. En el camino, pudimos contactar con Wolfi y Phillip, que lograron llegar a la cima de «Shukran», y decirles que nos dirigíamos al hospital. Mientras ellos comenzaron el largo descenso, nosotros nos dirigimos a la siguiente ciudad grande (Ibri). Durante la conducción, y ya sin fuerzas, me quedé dormido. Por fin pude ver un medico a media noche. Tenía una herida grande pero superficial en mi cadera, una quemadura de la cuerda en mi mano derecha, muchos rasguños y un corte muy profundo en mi mano izquierda. Tuve suerte, no hay huesos rotos, solo algunos puntos de sutura. A las 4:30 de la madrugada, por fin pude acostarme en la tienda. ¡Exhausto, pero vivo!

 

Gregor al día siguiente
Gregor al día siguiente

Escrito por Gregor Staggl.